Política actual — 27 enero, 2023 at 3:16 pm

Guerra entre el FBI y los militares: intentan llevarse detenidos a 2 soldados por participar en la toma del Capitolio y los militares los rechazan amenazándolos con sus armas

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Nueva crónica de Real Raw News que desafía la capacidad inventiva de cualquier ser humano.
En este caso, se nos relata la detención el pasado martes de tres marines que estuvieron en la toma del Capitolio del 6 de enero del 2021. Se detallan sus nombres: Micah Coomer, de la base de Camp Pendelton, Joshua Abate, de Fort Meade, y Dodge Hale Hellonen, de Camp Lejeune, que fueron acusados de delitos de pequeña importancia. La crónica señala que los agentes del FBI extendieron la paranoia de que los soldados habían sido delatados por otros compañeros, cosa que el General Smith se apresuró a desmentir. «Ningún marine leal ayudaría al criminal Departamento de Justicia. Los marines que han sido detenidos son buenos soldados. Sí, estuvieron en el Capitolio, pero entraron al edificio pero sólo porque vieron que había gente herida, para ayudarla médicamente. Su único ‘crimen’ fue colocar una gorra del movimiento Trump en una estatua. Estos marines salvaron vidas», dijo su fuente.
Después de su arresto, el General Smith mandó un comunicado avisando a los marines que estuvieron ese día en el Capitolio o cerca de él, tanto en activo como jubilados, de que tuvieran cuidado porque les podrían estar buscando en bares y discotecas, e incluso que podrían colocar a ‘mataharis’ para pillarlos. «Es menos probable que vayan a buscarlos a casa», indicaba el comunicado.
Ayer jueves por la tarde, dos camionetas Lincoln cargadas con agentes del FBI se personaron en una de las entradas del cuartel Camp Pendelton (el que dirige el General Berger) con sendas órdenes de detención para dos marines de ese cuartel. La crónica omite sus nombres, pero uno es un sargento y el otro, un teniente.
Los cuatro agentes del FBI dieron un ultimátum a los centinelas: o les entregaban a los marines o entrarían por la fuerza a por ellos. Según la crónica de Real Raw News, «los marines no responden amablemente a las amenazas, sobre todo si vienen del criminal FBI. Los centinelas les avisaron de que se marcharan o, si intentaban entrar, serían tiroteados inmediatamente».
Uno de los agentes del FBI le haría dicho al jefe de la guardia que el fiscal general Merrick Garland le había autorizado a practicar el arresto de los dos marines «por todos los medios necesarios» y acto seguido se llevó la mano la pistola, enfundada en su cadera derecha.
Instantáneamente, se encontró con el rifle del soldado encima de su cara. Los marines le recordaron que la base de Camp Pendelton alberga a 42.000 marines que odian al FBI.
«El General Smith se enteró de la crisis que se estaba produciendo. Él tiene un gran desprecio por el FBI y les dijo a los guardas de la entrada que no entregaran a ninguno de los marines. Los agentes del FBI se agitaron mucho al enterarse y se produjo un altercado que duró 15 minutos, en los cuales los militares continuaron apuntando a los agentes del FBI».
«Es mejor que desescaléis la situación, os metáis en vuestros vehículos y os marchéis», le habría dicho el centinela a los agentes.
Finalmente, los agentes del FBI se rindieron, aunque al marcharse, uno de ellos bajó la ventanilla y dijo: «volveremos».
«Y os estaremos esperando», respondió uno de los militares.
Como conclusión, según la fuente que informa a Real Raw News, cualquier agente del FBI que intente arrestar a un marine será tratado como un soldado de un ejército enemigo.
[Este incidente significa una clara «escalada» en la guerra entre el FBI y el ejército de los Estados Unidos. Me temo que va a ir a más].