Escalofriante nueva crónica de Real Raw News, que narra el motín abordo de los dos buques de la marina USA que transportaban a 65 prisioneros de guerra (del Deep State) desde la base de Guantánamo a la de isla de Guam, el pasado 28 de abril.
Describe que los marines habían convertido los helicópteros que transportaba cada uno de los dos buques en celdas para hombres y mujeres, espartanas, pero «en condiciones humanas» y que, en un momento del viaje, el actor canadiense de origen chino, protagonista de películas de Marvel, Simu Liu, se pone a gritar que a otro prisionero le ha dado un espasmo, echa espuma por la boca y se ha desplomado al suelo. Esa persona no es otro que el vicedirector de la CIA, David Cohen que, según se conoce ahora, fue detenido el pasado mes de abril por conspirar para asesinar a Trump.
El vicecomandante de la nave envía a dos soldados para inspeccionar lo que sucede, al tiempo que el actor chino comienza a vociferar «¡liberadnos, liberadnos!», incitando a la rebelión al resto de detenidos. Se envían refuerzos que aseguran la zona mientras un enfermero, escoltado por dos soldados, ausculta al jefazo de la CIA que, de repente, «vuelve a la vida» y agarra del cuello al enfermero, amenazándole con matarle y proclamando «ahora comandamos nosotros esta nave». Un Navy Seal rápidamente le inmoviliza y suelta al enfermero, al tiempo que el comandante del barco pone a todos sus hombres en situación de guerra, lo que quiere decir que cada soldado puede tomar la determinación que considere para retomar la estabilidad de la situación.
El líder de los Navy Seals llevan muelle de la cubierta a punta de pistola al actor chino, el vicedirector de la CIA y un tercer preso no identificado y tiran al mar a los dos primeros (en medio del océano), mientras que toman al tercero como testigo: «cuéntales a los demás lo que les va a pasar si deciden seguir dando problemas». Segundos después el cuerpo de Cohen es destrozado por las grandes «cuchillas» del buque y el segundo se balancea en el agua a duras penas.
El redactor de RRN preguntó por el delito cometido por el actor chinocanadiense: la respuesta es que era un agente del Partido Comunista Chino, conectado con las comisarías chinas en Estados Unidos.
[De ser cierta esta crónica, el mensaje para la CIA es clarísimo: su actual director William Burns, involucrado en las redes pederastas de Jeffrey Epstein, puede ser el siguiente.