Política actual — 19 junio, 2023 at 6:46 pm

Los militares condenan a la horca a la ex gobernadora de Michigan por traición durante la Plandemia

by

El supuesto (pero convincente) juicio a la gobernadora del estado de Michigan, Gretchen Whitmer, acusada de traición al pueblo norteamericano durante el periodo de la Plandemia, nos puede dar una idea de lo que debería suceder en cada país dentro de unos meses.
Trasladada a la prisión de Guantánamo, su comportamiento en el mes que ha pasado allí ha sido tan insoportable como el de algunos de sus precedesores del Deep State, con continuos chillidos, menosprecios a los guardias y amenazas de que «los suyos» le iban a sacar de allí.
«Así que es usted», fueron las palabras que profirió cuando se vio frente al Fiscal Crandall, y acto seguido preguntó por sus abogados: «¿dónde están?». Whitmer creía que con sus llamadas había conseguido la defensa de una prestigiosa firma de abogados, pero la realidad es que los militares habían congelado sus cuentas, con lo que no tenía dinero para pagarles, y por eso no aparecieron.
Sola ante el peligro.
Acto seguido, el Fiscal mandó llamar a un joven de 25 años que fue becario de Whitmer durante unos meses en 2020, coincidiendo con el comienzo de la Plandemia. Tras describir a la susodicha como un ser despreciable, pasó a contar lo que le escuchó decir, en conversación con el vicegobernador en ese fatídico marzo del 2020. Por entonces, Whitmer estaba contando que el Covid había matado a miles de personas y establecía que la gente debía quedarse en sus casas, y sólo podían salir a comprar alimentos y al médico, arrestando a los que se saltaran las normas. Pero ella llevó las normas más lejos, prohibiendo la venta de «productos no esenciales»: las mujeres podían comprar productos de higiene pero no cosméticos, los hombres podían comprar maquinillas de afeitar, pero no colonia o material deportivo. Cuando las mujeres se quejaron, adujo que sólo seguía las órdenes del gobierno central. Un mes más tarde, aduciendo que el Covid había matado a 1.900 personas, apretó todavía más las normas, mientras ella se iba de fiesta con sus amigos.
El testigo, al que RRN llama «Roberto» confirmó que el 7 de marzo del 2020 pudo escuchar una llamada de teléfono entre Whitmer y el vicegobernador Garlin Gilchrest en la que dialogaban acerca de cómo los confinamientos eran un experimento social para ver si la gente obedecía las órdenes.
El fiscal le preguntó si le escuchó reconocer que el Covid era falso, a lo que «Roberto» le contestó: «sí, ella dijo que no era más peligroso que la gripe estacional».
Whitmer se levantó para decir «eres un mentiroso, pedazo de mierda. Tengo contactos: no vas a volver a trabajar en tu vida».
Como en otras ocasiones, el Fiscal Crandall mandó que amordazaran a Whitmer y mostró una nueva prueba: una carta que Whitmer le escribió al gobernador de California, Newson, en abril del 2020, en la que se jactaba de que su estado, Michigan, estaba siendo más duro con los confinamientos que California, a la manera de una competición: «el que mejor maneje a la población será el que sea presidente en 2024 o 2028. «Tengo a mi gente bajo la correa, ¿y tú?», le escribía.
Seguidamente, mandó llamar a un forense que trabajó examinando a los muertos en aquellos fatídicos meses, quien admitió que le coaccionaron para anotar como muertos por Covid a al menos 300 personas que habían muerto de: disparos de bala, accidentes de coche, e incluso un abuelo al que se le cayó un árbol encima.
El forense justificó su comportamiento corrupto en que fue amenazado de muerto. «Nos dijeron que, al fin y al cabo, estaban muertos: ¿a quién le iba a importar cómo fuera etiquetada la causa de su muerte?».
Con esto, el Fiscal no quiso extenderse más, a pesar de disponer de cientos de pruebas más, porque el juicio podría llevar meses y pidió la pena de muerte para la gobernadora de Michigan.
Quince minutos de deliberación del jurado bastaron para condenarla a la horca, pena que se cumplimentará en breve, según Real Raw News.