Con los preparativos para el Congreso de Colmenar (teniendo en cuenta la fecha festiva, buena afluencia de público), se me había pasado publicar la crónica del juicio militar al General Miley, sucedido en Guantánamo hace tres días.
No voy a repetir la argumentación de Miley porque ya se contó en pasadas crónicas: continuó aduciendo que él operaba como agente infiltrado por Trump, haciéndose pasar por un traidor que apoyaba a Biden.
El juicio en sí giró en torno a si se había vacunado cuando había impulsado la vacunación obligatoria de los militares, cosa que se demostró en varios emails en los que se refería despectivamente a los soldados que se negaban a inyectarse el veneno como «trumpistas», escribiendo que era partidario de someter a juicio militar a todo aquel que se negara a vacunarse.
Seguidamente, se mostraba otro mensaje electrónico en el que avisaba al secretario de defensa Lloyd Austin, de que al jubilarse se iba a ir «donde nuestro amigo» y, tras mostrarse un billete de avión a Varsovia que debía haber tomado tres días después de su detención, se demostraba que pretendía refugiarse en Ucrania, con el dinero robado de las ayudas a ese país.
La cosa se pone más interesante cuando leemos que el Fiscal militar Crandall mostró muchos documentos digitales, firmados por el ex jefe del Estado Mayor USA, en los que intercambiaba mensajes con altos mandos de la administración Biden pero también francesa (Jefe del Estado Mayor Thierry Buckard) y canadiense (Jefe del Estado Mayor Jocelyn Paul) intentando convencer a sus respectivos gobiernos para recortar el gasto militar e invertirlo en la compra de vacunas o en ayuda al gobierno de Ucrania.
[ESTO ES UN AUTÉNTICO BOMBAZO, Y SIN DUDA ES EL COMIENZO DE LAS ADVERTENCIAS DE THE STORM RIDER EN EL SENTIDO DE QUE LA CORRUPCIÓN EN TORNO A LAS AYUDAS A UCRANIA SE VA A «LLEVAR POR DELANTE» A GOBIERNOS NACIONALES, A LA ONU, LA OTAN Y LA UE».
Seguidamente, se mostró otro vídeo en el que Miley comentaba con Biden la manera de deshacerse, literalmente, de Donald Trump.
Quince minutos de deliberaciones bastaron al jurado para condenar al traidor a la horca. La ejecución está prevista para hoy, 13 de octubre.
