En una crónica con tintes satánicos y delirantes, la web de supuestas filtraciones militares describe los últimos momentos en vida del conocido presentador de televisión norteamericano Stephen Colbert, que continuó simulando una doble personalidad hasta el último momento, con el objetivo de que le conmutaran la pena de muerte.
En respuesta a sus continuas faltas de respeto, el fiscal general le dejó sin comer los últimos tres días antes de la ejecución, pero eso no moderó su comportamiento, pues continuó escupiendo a los guardias y hablando de sí mismo en tercera persona, como si él no fuera Colbert. Segundos antes de ser colgado, continuaba diciendo frases absurdas como «¿qué hago aquí?» o «¿cuándo va a ser mi juicio?»