¡Te recomiendo encarecidamente que, si no sabes inglés, pulses el botón de subtítulos y escuches esta esclarecedora entrevista de una mujer que «volvió» de una etapa transgénero!
Y te la recomiendo porque es «un libro abierto» acerca de esta ingeniería social, con aspectos biográficos que se repiten en la media docena de casos similares que he visto en los últimos días. Los resumo a continuación:
-Laura entró la etapa de la adolescencia con baja autoestima y un padre abusador psicológico que la desvalorizaba continuamente, a lo que se unía una inseguridad por su cuerpo (siempre ha sido gordita).
-En el instituto se junta con los «raros» de la comunidad LGTB -que en realidad se creen superiores al resto, porque son más «rebeldes», aunque no tienen nada de rebeldes porque siguen los dictados de los cursos de ideología de género que se les dicta en la propia escuela.
-Dotada de una inteligencia destacada (exceso de mentalismo), Laura se mete en la cultura LGTB y devora ensayos sobre género, convirtiéndose en lo que hoy conocemos como defensora de la «cultura woke». Así pues, hay una parte política en todo este proceso.
-Se enamora de un amigo gay que, por supuesto, no le corresponde, y empieza a fantasear con convertirse en «aquello que deseaba» (que era un hombre masculino): lo que se conoce hoy día como «AUTOGINEFILIA». Sus amigos gays le convencen de que en realidad quizás es un hombre en cuerpo femenino y, para satisfacerlos, acaba por creérselo. Es decir: que la moda trans es obra de gays y lesbianas, mayormente.
-En la universidad tiene un profesor transgénero que le acaba convenciendo para que vaya a una clínica especializada, donde, sin apenas preguntas, le proporcionan las hormonas que le hacen crecer la barba y cambian su tono de voz. Posteriormente le extirparían los pechos.
-En la fase final culpa de su proceso a todas las organizaciones (subvencionadas) LGTB que están lavando el cerebro a los niños.
PD: Hace ya mucho tiempo que vengo diciendo que los hombres que se visten de mujeres en realidad «incorporan» en su propio cuerpo/mente a la mujer que desean, lo mismo que las mujeres que quieren convertirse en hombres.
Pero es que este mismo argumento es válido para los homosexuales y lesbianas: el hombre afeminado en realidad incorpora a su comportamiento el de la mujer que desea (y considera imposible de conseguir porque no cree que pueda llegar a tal grado de masculinidad); mientras que la mujer lesbiana/camionera se comporta como el hombre que secretamente ansía (y que su ideología/corrección política le impide desear).
IMPRESCINDIBLE.
Hombre y Mujer — 23 noviembre, 2024 at 2:48 pm