El pasado jueves las Fuerzas Especiales USA rescataron a varios niños secuestrados por pandilleros venezolanos que operaban en unos túneles subterráneos en Dallas, Texas.
El miércoles de la semana pasada el General Smith recibió un chivatazo de un ex marine que ahora trabaja como oficial de la policía de Dallas, informándole de que miembros de una pandilla venezolana operaban en una red de túneles, hoy en desuso, que abarcan el subsuelo de 37 bloques de viviendas en el centro de Dallas. Construidos en los años 70 con el objetivo de que la gente pudiera pasear resguardados del sol en los peores días del verano, que conectan garages, parques y edificios, y desde hace años se habían convertido en el hogar de vagabundos y youtubers ávidos de mostrar parajes sórdidos, hasta que las bandas los expulsaron para albergar niños secuestrados.
Al ser cuestionado por qué, si era policía, no informaba a su cadena de mando, el policía ex marine respondió que no se fiaba de ellos y, como prueba de la veracidad de su información, aportó fotografías en la que se veía a un hombre enmascarado empujando a un niño por la entrada de un túnel, añadiendo que tenía el presentimiento de que los niños iban a ser transferidos a otro lugar en breve.
Según cuenta la crónica de Real Raw News, teniendo en cuenta de que ahora está Donald Trump, el General Smith se vio en la tesitura de comunicar la información al FBI, porque supuestamente debe colaborar con los «federales». El periodista que escribe las crónicas describe las dudas que los militares tienen para confiar en el FBI: «hace dos meses nos estábamos enfrentando a tiros con ellos, ¿y ahora tenemos que colaborar?»
La decisión del General Smith fue llamar a sus aliados militares y pedir soldados para realizar la operación sin contar con el FBI.
El General Tovo envió al 5ª Grupo Especial «A-Team» con la misión de infiltrarse en los túneles y eliminar a los secuestradores sin que los niños sufrieran daño.
La manera en la que lo hicieron os sorprenderá.
El equipo de 12 hombres llegó a la ciudad de Dallas a las 2 de la madrugada, comenzando una labor de vigilancia de una de las entradas señalada por el policía. En un momento dado, vieron a dos mendigos entrar por ella, que rápidamente fueron expulsados por dos hombres de habla hispana, armados con rifles AR, que les decían, en inglés y español, que no volvieran por allí.
Ahí fue cuando los soldados les propusieron comprar sus ropas andrajosas a cambio de 250 dólares («sin incluir los calzoncillos», dice la crónica). Dos soldados se pusieron esas ropas, se mancharon la cara y ocultaron sus armas en la cintura y el tobillo. Con ese disfraz entraron al túnel, siendo recibidos con gritos de «¡fuera!, «fuera de aquí», proferidos por dos individuos que, segundos después, estaban muertos a consecuencia de sendos cortes en el cuello.
La mitad del equipo se introdujo en los túneles mientras que los otros guardaban la entrada (para que no llegaran refuerzos). Los que estaban en la misión se dirigieron al subsuelo de la Calle Federal, por donde se oían gritos de borrachos. Tres individuos sudamericanos fumaban porros y bebían alcohol apoyados contra una pared mientras se calentaban con una estufa de queroseno, mientras comentaban cuanto podrían ganar de la venta de niños y niñas blancos y de ojos azules a los carteles de la droga sudamericanos. No se podían imaginar el tsunami que se les venía encima.
Cada uno de ellos se llevó dos puñaladas en el pecho y una en la cabeza, muriendo inmediatamente.
A cincuenta metros yacían 7 niños atados sobre trozos de cartón.
Los niños están bajo protección hasta que se encuentren a sus padres.
PD: En la crónica se menciona a Kash Patel como actual director del FBI a pesar de que ni cuando sucedieron los hechos ni cuando se publicó la información había sido confirmado aún.