Comienzan a aparecer el arsenal de pruebas sobre la existencia de un gobierno oculto a partir de los correos hackeados a Hillary Clinton: el nombre de George Soros aparece enviando «sugerencias» que se traducen en políticas del gobierno de los Estados Unidos.
Donald Trump va a tener material para seguir «bombardeando» a la maltrecha Hillary hasta enviarla al manicomio definitivamente.