La verdad es que el mundo de los «false friends» (palabras que se parecen entre inglés y español pero que no significan lo que a primera vista pudiera parecer) es todo un curso de desarrollo personal. Pensaba escribir algo sobre el tema (en plan conspiranoico-espiritual) cuando me escribe una lectora y me dice que sí, que «decepción» es sinónimo de «engaño» (ver noticia sobre el documental «La guerra que usted no ve»).
Me voy al diccionario y compruebo que es cierto, que son sinónimos.
Así pues, la decepción surge cuando a uno le engañan. O cuando uno se engaña, claro está, depende de dónde ponga uno el foco de la responsabilidad…
Uff. Es algo tan fuerte que os dejo solos para que lo meditéis, regurgitéis y practiquéis el onanismo espiritual pues son tantas las derivaciones de este (re)descubrimiento que se podría fundar una nueva civilización sólo con esta sorprendente verdad.
El diccionario nunca dejará de sorprenderme. No hay libro que lo supere.
«Me has decepcionado» es sinónimo de «Me has engañado».
Insuperable.
PD: Ya que estamos, siempre me ha sorprendido que exista un «sistema nervioso simpático», es decir, que funciona por «simpatía».
