El término «postverdad» es ya una tendencia de los mass media, como demuestra este artículo en El Periódico de Cataluña, que sigue la línea de otros que han aparecido tras la victoria de Trump. Cada vez que aparece un nuevo término, hay un mensaje implícito detrás, que te voy a explicar.
Los medios de comunicación del sistema (el sistema en sí mismo, puesto que «su verdad» es lo que rige nuestras vidas) se basaron en esa verdad y hoy tienen que reconocer que una mayoría de la gente vota por alguien que ese sistema no quiere (véase Trump o Marine Le Pen). ¿Qué hacen? Pues, en una maniobra defensiva, califican a toda esa gente «de Internet» que no les hace caso, de mentirosos. Ellos, estos postmodernos que fusilaron la Verdad y el Bien en pro de la relativización moral, ahora se convierten en los defensores de la verdad frente a estos mentirosos de Internet a los que estigmatizan con el término «postverdad».
O sea, que los que buscan parapeto con este término, vendrían a ser las huestes del General Custer cuando saben que los sioux les van a cortar la cabeza… (intelectual, en este caso). Han dado la batalla por perdida.
