Ya no hace falta ni descodificar las evidentes connotaciones orgiásticas satánicas de esta fiesta en un palacio a la que acude Britney Spears vestida de rojo, para montarse el sempiterno numerito lésbico con otra MK Ultra, y mientras es vigilada por su controlador; es que lo reconoce ella misma en el siguiente vídeo. La inspiración de este vídeo «Fiesta de entonación» es la celebérrima Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick.
Veremos a ver qué pasa con estas artistas a partir del año que viene cuando el señor Trump desmonte esta industria cultural de la perversión.