1-Los homosexuales han sido un grupo históricamente oprimido.
Nunca ha habido tal grupo a lo largo de la historia por la sencilla razón de que la homosexualidad no se transmite, es decir, no hay más relación posible entre aquellos que han practicado la sodomía a lo largo de la historia que la de los que les gusta el ajedrez… o el tenis. Se entenderá muy bien: la esterilidad no se puede transmitir de padres a hijos. Esto es tan absurdo como que haya un agua que no moje. La esterilidad no se puede transmitir porque como bien dice la palabra… es estéril, es decir, no procrea. Y si una persona que practica la homosexualidad es padre (o madre) es que, precisamente, no es homosexual, pues sólo a través de la unión hombre-mujer es como se forma la vida, a lo sumo, ha practicado el sexo con personas de su mismo sexo durante un tiempo en su vida. No hay ninguna identidad «homosexual», todas las personas que practican la homosexualidad son hombres o mujeres. Nada más. Todos somos iguales. Las aficiones sexuales son una cuestión personal pero no una cuestión identitaria.
2-El Hombre ha oprimido históricamente a la Mujer.
Para creer en este aserto se deben dar dos condiciones previas:
a) Negar que a lo largo de la historia, los hombres hayan amado a sus mujeres, los padres a sus hijas, los hermanos a las hermanas, los abuelos a sus nietas y los amigos a sus amigas, así como viceversa: las madres a sus hijos varones, las esposas a sus maridos, las hermanas a sus hermanos, las abuelas a sus nietos y las amigas a sus amigos. Es decir, hay que creer que la historia ha sido una batalla entre los sexos y que no ha habido Amor entre Hombre y Mujer.
b) Creer en la reencarnación y pensar que todos los hombres que hoy están encarnados han oprimido (en otros cuerpos masculinos) a las mujeres durante generaciones.
De lo contrario, si se es ateo o no se cree en la reencarnación, se tendrá que reconocer que las mujeres de hoy LLEVAN LOS GENES DE LOS HOMBRES A LO LARGO DE LA HISTORIA (es decir, sus opresores) y los hombres, por su parte, LOS GENES DE LAS MUJERES A LO LARGO DE LA HISTORIA (es decir, las víctimas). En otras palabras, que ambos, hombres y mujeres, llevan en sus genes las marcas del culpable y la víctima, luego no se puede diferenciar el opresor y la víctima en función del sexo. Ambos, hombres y mujeres, somos víctimas y culpables de la Historia.
3-Estas dos teorías que beben del comunismo (y su teoría de las clases oprimidas) son la mejor cortina de humo que las FAMILIAS que han oprimido históricamente a la Humanidad (las que han fabricado el dinero, conocidas como Los Iluminati) hayan podido concebir.
Al generar esas «clases oprimidas» (lo mismo que «el trabajador»), la comprensible sensación personal de vivir en un mundo que te oprime se dirige a quien no tiene culpa de ello (el Hombre viril) y al mismo tiempo, quien tiene la capacidad para rebelarse ante el verdadero culpable (Los iluminati) castrándole, robándole la testosterona e inutilizándolo para lo que debería ser su única tarea: DERROCAR A LOS BANQUEROS QUE DIRIGEN EL PLANETA.
Por todo ello, es muy comprensible que los propios banqueros subvencionen a sindicatos, feministas y gays. Mientras ellos sean quienes dirigen los movimientos revolucionarios, sus sillas no sufrirán en absoluto.
Y esto último va dirigido al Movimiento 15 M.
Nadie es oprimido por practicar la homosexualidad o ser mujer, pero todas las personas que practican la homosexualidad y las mujeres que sean justass estarán oprimidos, al igual que los hombres: la razón es que el Mundo en el que vivimos está gobernado por la Injusticia y el Mal, para todos, especialmente, contra las personas con buen corazón, que son las que podrían hacer que el mundo cambie.
El sexo de esas personas es absolutamente indiferente para los opresores. Si eres bueno, te joden. No hay más.