Fiona Barrett es el equivalente australiano a Cathy O’Brien. Violada desde pequeña por su padre y «vendida» a la red satánica-pedófila de la élite, su testimonio concuerda punto por punto con sus homónimas norteamericanas, como la citada O’Brien, Cisco Wheeler o Arizona Wilder. La revelación viene cuando nos enteramos de algunos de los hombres implicados: junto al expresidente USA Richard Nixon, los ex primeros ministros australianos Gough Whitlam, Bob Hawke, Paul Heating, el ex líder de la oposición Kim Beazley el telepredicador USA Bob Graham… y el padre de la actriz Nicole Kidman, Antony Kidman. Bioquímico de formación, se trasladó a los Estados Unidos para trabajar en el Instituto de Salud Mental, y al parecer forma parte de la élite científica. En alguna ocasión recuerdo haber reflejado sus conexiones con los programas MK Ultra.
Estamos hablando de ceremonias con violaciones y asesinatos de niños, algunos incluso en el vientre de sus madres (lo que se conoce como un Starchild), lo que conecta este caso con lo que conocemos de tantos otros.
Conociendo la procedencia de Nicole Kidman, me permito recordar que esta actriz es íntima amiga -desde pequeña- de Naomi Watts. La tercera «beldad de la Commonwealth», la sudafricana Charlize Theron (que aparece en tantos vídeos publicitarios como una diosa), también tiene una historia particular: vio a su madre matar a su padre (alcohólico) cuando tenía 15 años y que hace poco protagonizó una película en la que una secta satánica mataba a «su madre y sus hermanas»… Se llama «Dark Places».
Seguidamente, un vídeo descodificando los anuncios de Charlize Theron como «diosa dorada».
