Trascendental noticia (para el que sepa verlo) que nos regala la comunidad científica oficial y que da la razón, una vez más, a Lamark -en el sentido de que lo aprendido en nuestra vida puede traspasarse genéticamente a nuestros hijos- y, en parte también, a las terapias como las constelaciones familiares.
Un experimento de laboratorio con gusanos ha probado que los traumas de un gusano se traspasan a su progenie. Lo curioso es que en el mismo medio de comunicación que publica esta noticia (El País) se siga dando credibilidad a una teoría como la de Género que niega el poder de la genética para condicionar ¡nuestro sexo!
Os recomiendo ver mi reciente vídeo sobre la verdadera evolución y la falsa.