Economía — 15 junio, 2017 at 9:06 am

Las criptomonedas sustituyen al terrorismo como el foco de la Batalla Final entre el Bien y el Mal

by

En un par de años, las criptomonedas se han disparado. La cotización del bitcoin se ha triplicado y han aparecido tantas criptomonedas que ya van por las… ¡800!
Para empezar, he de confesar humildemente que el tema es tan gigantesco que mi conocimiento sobre él es escasísimo, aunque sí tengo claro que, una vez que el terrorismo empieza a estar controlado, la batalla entre el bien y el mal se ha desplazado al ámbito de las criptomonedas. Es decir: los hackers han impulsado la verdadera madurez de la Red (y el P2P), que es la sustitución del sistema monetario centralizado y de una moneda que se devalúa por uno descentralizado, en el que se aprecia y, por tanto, tu dinero cada vez vale más. Porque, en principio, el número de bitcoins es limitado y, por tanto, su valoración ha de subir.
Una de las cosas que he aprendido en estas semanas es que, aunque ahora existan 800 criptomonedas, todas ellas dependen del bitcoin, que es la que da estabilidad al sistema y de la que «cuelgan» el resto.
Hace unas semanas, una agencia de comunicación que representa al BBVA me llamó para una conferencia sobre criptomonedas que se celebró en Madrid (¿en calidad de influencer?); el caso es que me extrañó mucho que me invitaran a esta conferencia alrededor del ethereum, pero no tanto cuando, al llegar, y tras revisar el nombre en la lista, me impidieron el paso. (Mi nombre estaba en la lista pero no me dejaron pasar, entonces ¿por qué me invitan?, en fin…)
El caso es que, tras cuatro años contemplando cómo un nuevo ecosistema descentralizado amenaza con sustituir al actual, la banca ha entrado de lleno en las criptomonedas apoyando, principalmente, una versión centralizada del ethereum, que está a punto de atrapar a la cotización del bitcoin. ¿Qué está pasando?
Recuerda que en esta batalla, el Mal siempre hace lo mismo: cada vez que aparece un movimiento que potencialmente puede amenazar su existencia, se infiltra o lo clona para que la gente se confunda y acabe apoyándole para que todo siga igual. El ethereum es la versión criptomoneda de Sergio Pop o Podemos: una copia casi paródica del sueño libertario, pero manejado por ellos…
Así pues, la salvaje inversión en el ethereum de los últimos meses es simplemente una señal de que el Gran Capital sabe que el sistema ha muerto y por eso quiere manipular el nuevo código para que siga estando bajo su control. Pero una cosa es que haya entrado mucho dinero en ethereum y otra, que la gente lo vaya a utilizar. Por eso escribo este artículo: para saber si tienes que apoyar una criptomoneda o no has de fijarse si está centralizada, si hay minado o ya está minada (es decir, si tiene un propietario que simplemente la saca al mercado para buscar inversores), si su tecnología es buena y, sobre todo, quien está detrás.
Al parecer, la tecnología de ethereum no es tan buena como la del bitcoin, aunque esta criptomoneda afronta el próximo 1 de agosto un cónclave en el que se va a decidir si duplican la memoria de encriptado, que podría dejar fuera a muchos «mineros»: una batalla que enfrenta a «la comunidad» frente a un sólo minero chino que por lo visto posee una gran parte de los nodos. De esta batalla podrían salir dos bitcoins diferentes, al parecer, con la pérdida consiguiente de fortaleza.
De fallar el bitcoin, y según me cuentan por boca de programadores, el litecoin es la mejor opción.
Desde ya, puedes pagar tus compras de libros de Rafapal en bitcoins (a la cotización del día) y también acepto donaciones en esta criptomoneda.
En la segunda mitad de este capítulo de Keiser Report, el invitado (un desarrollador) y el propio Max Keiser realizan un agudo análisis sobre el estado de la cuestión en junio del 2017; si no te quieres quedar atrás, debes verlo.