En esta charla descubrimos al investigador Javier Lorente, en la que fusiona información de diferentes campos para aproximarnos a la mítica energía del vacío.
Desde aquí, os propongo que establezcáis un paralelismo entre lo que Javier expone acerca de los iones negativos y la histeria del pensamiento positivo: ¿a dónde conduce esa paranoia por borrar la negatividad de nuestras vidas? ¿Si los iones negativos son positivos para la Vida, por qué no las emociones calificadas como «negativas»? Esta es la viva prueba de que el pensamiento positivo enferma y una persona que no esté equilibrada entre lo positivo (lo que quiero) y lo negativo (lo que no quiero) sufre más que una que convive con las dos realidades.
