Un lector con un amigo trabajando en Nigeria me ha asegurado que los militares rusos están ya en ese país, dispuestos a continuar con la labor de «fumigación de plagas terroristas», en la que tan excelentes resultados están teniendo en Irak y Siria (en la combinada labor militar-tecnológica y diplomática). Tan buena, que el general Haffer, representante de los buenos en Libia, también ha pedido a Rusia apoyo militar.
Las actualizadas informaciones sobre las guerras en Irak y en Siria, confirman que en pocas semanas (en el caso iraquí) y en pocos meses (en el caso sirio) podría darse por terminada la labor «plaguicida». 40.000 hombres se enfrentan a poco más de 2.000 en la ciudad de Al Tafar, desde donde los iraquíes irán a la frontera con Siria (Abu Kamal).
Sorprendentemente, una fuente del estado mayor ruso afirma que este paso fronterizo ¡ya ha sido tomado!, lo cual indicaría que van más adelantados de lo que nos están contando y la liberación de la última gran ciudad en poder de los terroristas en Siria (Deir Ezzour), está al caer. Los rusos dicen saber hasta el número de terroristas que quedan: 9.000 (hace unas semanas, decían que quedaban entre 10 y 20.000). Parece claro que, una vez que han rodeado a los terroristas en el centro de Siria, todos los batallones marcharán al unísono para liquidar a los terroristas que se atrincheren en la citada provincia de Deir Ezzour.
El caso es que las previsiones de que a estas guerras les faltan pocos «telediarios» coinciden con la información de mi amigo, e indicarían que el próximo destino de los «aviones plaguicidas» rusos son los locos de Boko Haram, o lo que es lo mismo: la batalla en el Sahel contra el estado islámico que, como deberíais saber, implica a muchos países. Malí, Chad, Somalia, Argelia y Libia, que yo recuerde. (Lo de Afganistán es más complicado porque allí están las plantaciones de opio de la CIA y parece que Trump ha tenido que claudicar ante ellos por los intentos de impeachment, al menos de momento).
Teniendo en cuenta que en el desierto no hay lugar donde resguardarse, y conociendo los ultramodernos sistemas de radar y geolocalización rusos, los van a aniquilar «como a chinches».
Con ser ésta una excelente noticia, las repercusiones que tiene el que sea Rusia quien está combatiendo al Mal en el Planeta (con gran éxito), tiene un calado de grandísimas proporciones. Y lo voy a enunciar sin temor a caer en la hipérbole.
El que los países del mundo llamen a Rusia para acabar con los terroristas marca el ocaso de la organización dirigida por El Mossad, la CIA y el MI6 (conocida popularmente como OTAN-Gladio) y el establecimiento de la nueva superpotencia mundial: Rusia.
Sí, amigos, la Nueva Superpotencia Mundial es la Rusia de Putin por la sencilla razón de que, a diferencia del tiránico imperio USA, los países le llaman para mantener el orden (véase Venezuela). Y eso quiere decir que Rusia es hoy día el referente moral del Planeta, les guste a los conspiranoicos o no.
Sumado su poder tecnológico y militar al poder económico de su aliado, China, tenemos que el Planeta tiene ya un nuevo referente.
Sólo falta que a esos poderes unan aquel sobre el que descansan las economías de todos los terrícolas: el sistema monetario.
Ya sabéis que en esas dos superpotencias se ha aprobado la transición hacia el bitcoin y el sistema monetario descentralizado…
