General, Media — 12 enero, 2012 at 10:25 am

Pues sí: Epi y Blas eran maricas, como Lagarto Juancho, Leoncio y Tristón, Pepepótamo y Soso, Yogui y Bubu, Maguila Gorila…

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El otro día, en el cumpleaños de Susi-Stop secretS Jose me lanzara la propuesta de revisar la mayor parte de los dibujos animados, que aparecían en parejitas y su manera de hablar.  Hoy, después de días de visionados, tengo que reconocer que la programación gay viene de los dibujos animados, y me veo impelido a pedir disculpas públicamente al movimiento gay: me equivoqué al mofarme de una iniciativa  por Facebook que pretendía que Epi y Blas salieran del armario. Tenían razón.

Por otro lado, este dato de la realidad subliminal refrenda el despertar a la homosexualidad del escritor Terenci Moix, que documenté hace tiempo  y que, como él mismo relató, fue a través de su identificación con la relación entre… Bambi y Tambor. (No es broma: es la prueba de que la homosexualidad se puede programar desde pequeños).

Con el primer vídeo, los que sepáis un poquito sobre el inconsciente lo veréis más claro, pero analizando psicoanalíticamente los dibujos animados no sólo podemos empezar a decodificar cómo nos han programado con la homosexualidad sino que nos lleva a una nueva visión sobre otros comportamientos de nuestra generación televisiva. Por ejemplo, podemos recordar cómo el Correcaminos y el Coyote siempre estaban enzarzados detonando bombas (¿habrán condicionado a los futuros terroristas?) o la cantidad de dibujos en los que el protagonista era arrollado por un tren (me estoy acordando de mi hermano, que quiso tocar uno). ¿A cuénto de qué le ponen a unos niños tantas explosiones y personas que se estampan contra la pared o contra el suelo? ¿Por qué tantas persecuciones y hostias?

Y ahora, relajaos un momentito.
Seguidamente, podréis ver al Lagarto Juancho, apostado como un chapero gay, seduciendo y embaucando a un niño, y ¡quitándole la ropa de marinerito!

Leoncio y Tristón, una pareja, que por su actitud y forma de hablar es totalmente gay.

Pepepótamo: Fijaos en que el león (el ideal masculino) es, en realidad, una «locaza».

Magula Gorila, otra relación en este caso pederástica: fijaos en que la niña es una Lolita que lleva de la mano a su gorila/amiguito. ¿Habrán programado también a los pederastas?

¿Conocéis en el mundo alguna Pantera ROSA? ¿Sería éste el preludio del triunfo del movimiento gay?