Las cartas parecen estar ya todas sobre la mesa. Puigdemont continúa con su huida hacia delante y las CUP se preparan para iniciar una «kale borroka» en Cataluña, que podría apoyar una sublevación de una facción de los Mossso de Esquadra, que apoyaría al presidente cuando, con todas probabilidad, sea detenido por sedición.
El peligro de guerra civil en Cataluña es real. Los rumores de que los Mossos poseen un arsenal de armas de guerra son insistentes.