En estos días, Q ha publicado un aluvión de crípticos mensajes, de los cuales sólo podemos entender un 50 o 60%. Entre los más intrigantes, varias fotografías, sobre un edificio en Shangai y otra área en Estados Unidos, que parecen indicar cómo mantienen vigilados a los elementos de la cábala que intentan crear atentados.
Sin duda, lo más alentador es que en una serie de mensajes ha apuntado a la industria farmacéutica como ocultadora de la solución de las enfermedades y anuncia movimientos para exponer sus crímenes, entre otras cosas, porque se hace eco de la lista de médicos alternativos, opuestos a las vacunas, que murieron en condiciones sospechosas en los últimos años. La alusión a la lista de renuncias de directores de grandes empresas en el mismo post en el que habla de la industria farmacéutica también indica que esta va a ser su próximo lucha.
Todo ello, por cierto, mientras ha nombrado a un alto directivo de la empresa Lily como ministro de salud, lo que constituye una aparente contradicción que ya vimos, también, en el caso de las finanzas, donde se ha rodeado de hombres de la banca.
