Falsas revoluciones, General, Historia oculta — 25 febrero, 2012 at 10:54 pm

La Revolución francesa: un asunto masónico, Iluminati… y judío

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En pasados capítulos de este estudio sobre «Bajo el signo del escorpión», conocimos la relación entre la masonería-los iluminati-jesuitas y los judíos y apareció un nombre, Mirabeau. A continuación, podréis ver más claro cómo se produjo la revolución. De cualquier modo, es muy recomendable que leáis el libro. Lo podéis encontrar en scribd.

Un presagio de la catástrofe por venir ocurrió casi exactamente un año antes, en la mañana del 13 de julio de 1788, una gran tormenta asoló por el país. En pocos minutos la temperatura bajó 13 grados, el sol se ocultó y granizos como piedras, del tamaño de la cabeza de un bebé, cayeron sobre los campos de cultivo más ricos del país -900.000 hectáreas fueron afectadas, los árboles fueron arrancados de raíz, las viñas fueron destruidas y las cosechas se estropearon. Más de mil pueblos sufrieron. Los tejados fueron barridos por el viento y las torres de las iglesias se derrumbaron. No pasó tiempo antes que los supersticiosos se demostraran en lo correcto – era una terrible señal de calamidad y violencia, de súbita muerte. Tampoco fue una buena señal que el precio del pan comenzara a subir día a día, las hordas de mendigos marchaban por los caminos y más de 100.000 indigentes marcharon a París. Otro mal agüero fue que el invierno de 1788-1789 en Francia, fue sumamente severo. El puerto de Marsella se congeló totalmente. Todo el tráfico entre Dover y Calais se detuvo. Los molinos se congelaron y no podían moler el trigo, por lo cual la escasez de pan se puso desastrosa.

Por esto el populacho pudo ser incitado a sublevarse. Los alborotos siguieron a lo largo del invierno. El 1º de marzo de 1789, el teniente de 19 años, Napoleón Bonaparte, fue enviado a Dijon para aplastar un alboroto pero se negó a tomar el lado del rey.

Escogió entregarse a los revolucionarios.

Las fuerzas oscuras del Illuminati fomentaron los alborotos en el campo francés. Las deudas debidos al déficit estatal consumieron la mitad del presupuesto francés. Todo este dinero encontró su camino a las manos de usureros prestamistas judíos.

Todos estos factores fueron explotados. El tiempo para el golpe había llegado para los conspiradores que habían unido a los clubes Jacobinos. Como un firma del preludio, Mirabeau llamó al Estado General el 5 de mayo de 1789, justo después del treceavo aniversario de la fundación del Illuminati. Marx describió a Mirabeau como «

En el comienzo de la Revolución existían 282 Logias Masónicas en Francia, de las cuales 266 estaban controladas por el Illuminati, según Nesta Webster (la Revolución» «Mundial, Londres, 1921, pág. 28). Fueron esto mismos grupos quienes organizaron todos los alborotos y problemas.

El 13 de julio de 1789, a las 11 hrs., los conspiradores se reunieron en la iglesia Prix San-Antoine dónde prepararon un comité revolucionario y discutieron cómo organizar la milicia revolucionaria. Dufour del Gran Oriente presidió la reunión. Incluso la caída de la Bastilla fue planificada por estos francmasones, según el testimonio de

el león de la revolución

Gustave Bord. (V. Ivanov, «Los Secretos de Francmasonería», Moscú, 1992, pág. 120.)

Al día siguiente, el 14 de julio, el pueblo fue incitado a marchar hacia la fortaleza de la Bastilla con hachas en sus manos. Contrariamente a lo que el mito de los Illuminati dice acerca de esto, no hubo asalto y captura de la Bastilla. Simplemente capituló ante las amenazas de cuatro francmasones. De esta manera fue tomada la Bastilla. En larealidad, no tenía mucho sentido tomar la Bastilla – las autoridades ya habían decidido demolerla para construir una área de albergue.

Ni un solo prisionero político se encontraba en la Bastilla. Había sólo siete personas encarceladas. Cuatro de éstos eran tristemente famosos estafadores y falsificadores. El joven Comte de Solages había sido encarcelado a petición de su padre ya que había cometido severas ofensas (incesto). Dos de los presos de la Bastilla estaban mentalmente enfermos; uno de éstos era un irlandés con una barba de 1 metro de larga que afirmaba ser el propio Dios.

Los revolucionarios continuaron desinformando al pueblo mostrándoles una prensa, diciéndoles que era un instrumento de tortura. También afirmaron que una vieja armadura se había usado como camisa de fuerza para los prisioneros tercos.

En la realidad, los prisioneros la habían tenido bastante fácil. Tenían su propio mobiliario y les era permitido llevar su ropa normal. También recibieron varios tipos de comidas. Los calabozos habían sido usados para guardar vino. Los carceleros habían sido decentes y las visita de los amigos y parientes se habían permitido frecuentemente. La biblioteca era de un estándar alto. Los paseos diarios en el pequeño jardín de la Bastilla habían sido agradables.

Los francmasones, encabezados por Camille Desmoulins, agitaron al pueblo más y más intensivamente con los gritos de «Abajo la Bastilla! » El tumulto costó la vida de 83 asaltantes.

Otros 73 fueron heridos de los cuales 15 murieron después por sus lesiones (Svenska Dagbladet, 25 de junio de 1989). Poco antes, el gobernador liberal de la Bastilla, ¡Había invitado a los mensajeros de los francmasones incluso a cenar!

Fue torturado y asesinado por la muchedumbre. Su cabeza fue cortada y llevada

como trofeo en un palo a través de París. Después, tres funcionarios fueron asesinados y dos inválidos fueron colgados. Los «revolucionarios» ondeaban sus banderas rojas.

Después, los agentes de los francmasones fueron enviados por el país. Su tarea principal era crear el pánico simultáneamente en la mayoría de las provincias. Durante este verano del hambre, comenzaron a diseminar mentiras en los pueblos y ciudades acerca de las bandas de mendigos y desempleados, llamándolos bandoleros e incendiarios, que mataban a las mujeres y niños. También mintieron sobre un inminente ataque por parte de los alemanes y de los ingleses. Dentro de 36 horas estos malvados rumores habían alcanzado las grandes masas a lo largo del país y habían creado un enorme pánico al 22 de julio.

Los panfletos impresos parecían ser declaraciones oficiales. Ellos decían: «orden de su Majestad, la quema de todos los castillos está permitida y colgar a cualquiera que se oponga, desde el 1º agosto hasta el 1º noviembre

Las personas creyeron estas mentiras. Los campesinos tomaron las armas. Atacaron y saquearon feudos y castillos. Quemaron inventarios y otros documentos y así también, quemaron su propia historia.

Detrás de la idea del «Día del Terror» estaba el francmasón Adrien Dupont, quien quiso aprovecharse del pueblo tanto como pudo por razones «revolucionarias», según Nesta Webster («La Revolución Mundial», Londres, 1921, pág. 31-32). Para acelerar su propio objetivo de tomar el poder, los francmasones controlaron cualquiera intento de reformas.

La Asamblea Nacional se mudó a una vieja escuela de monturas en la Rue de Rivoli en octubre de 1789. Los radicales se sentaron a la izquierda del presidente, los conservadores a la derecha. De esto el Illuminati creó «conceptos ideológicos en la política mundial. Todo lo que tenía que ver con la izquierda fue considerado progresista después de esto, la verdad es que era Illuminismo.

Los asesinatos comenzaron bajo el estandarte rojo de Rothschild y los eslogan de los Illuministas: «»matanza de 500 niños, 144 costureras fueron ahogadas en las viejas barcazas en el Río Loira. Su «crimen»: habían cosido las camisas para el ejército.

Las personas eran ejecutadas sin juicio, a pesar de la ostensible introducción de los llamados «tribunales revolucionarios» en septiembre de 1789. Uno de los jueces que presiden estos tribunales era el pervertido Marqués Donatien Alphonse François de Sade, quien había sido traído directamente de un hospital mental. De Sade fue responsable de darle nombre al concepto «sadismo». Posteriormente, también murió en un hospital mental.

El golpe de los Illuministas en Francia no trajo ninguna de las mejoras que los historiadores corruptos intentan hacernos creer; por el contrario produjo una orgía de violencia e intrigas.

Para hacer el asesinato más eficiente, los «comenzaron a usar la guillotina en abril de 1792. La idea vino originalmente de Joseph-Ignace Guillotin, un profesor en anatomía. El doctor y francmasón Antoine Louis construyó la máquina para los asesinatos. El record de Henri Samson, el verdugo jefe, fue de 21 cabezas en 38 minutos.

Porizquierda y derecha» como¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!» y «¡Libertad o Muerte!» En Lyon losenemigos del pueblo» fueron muertos con tiros de cañones, en Nantes, después de larevolucionarios«

El verdadero reino del terror, sin embargo, empezó el 10 de agosto de 1792, que es un día de Yahweh, cuando la monarquía fue abolida y la comunidad de París fue establecida. Los líderes de la Comuna incluían a 288 Illuminati encabezados por Chaumette, Danton y Robespierre. Los líderes de los Jacobinos y sobre todo «Les Enrages» (los enfurecidos) quisieron destruir a todos aquellos que habían mostrado cualquier tipo de dudas con respecto a la «revolución». Georges Jacques Danton, famoso como malvado, era Ministro de Justicia. Deseaba que todo sospechoso fuese encarcelado.

También se encarcelaron muchos sacerdotes y parientes de emigrantes. De esta manera los líderes de la revolución ganaron acceso a enormes recursos.

El propio Danton se hizo increíblemente rico. Antes, ya había aceptado grandes sobornosde aquellos que deseaban salvar sus vidas. Sólo en París, 2.800 personas fueron asesinadas entre el 2 y el 4 de septiembre, según la historiadora Nesta Webster. Entre las víctimas de esta carnicería estaba una amiga de la reina, la Princesa de Lamballe, quien fue atacada en la calle y fue cortada a pedazos.

Todo aristócrata era automáticamente culpable, pero sólo aquellos que amenazaban la posición de los Jacobinos perecieron. Los Jacobinos habían comenzado a cerrar las Logias Masónicas – ellas ya habían jugado su rol. En 1794 quedaban solamente 12 Logias, las más útiles al Illuminati.

El primo del rey, el Duque de Orleans que había comenzado a llamarse Philippe Egalite (igualdad) también fue guillotinado a pesar de haber renunciado a su título y en 1792 había dejado su posición como Gran Maestro de la Logia Gran Oriente que él había dirigido durante 20 años, desde la fundación de la Orden. Él sabía demasiado sobre las preparaciones para la revolución. Había trabajado con los Jacobinos con la esperanza que podrían permitirle tomar el trono como monarca constitucional.

Philippe Egalite explicó por qué dejó la Logia Gran Oriente de la siguiente manera:

«República ya no puede permitir ninguna sociedad secreta. Ya no quiero tener algo que ver con el Gran Oriente y las reuniones Masónicas y exigió la venganza sobre él, a pesar del hecho que su voto había sido decisivo en el proceso de deponer al rey.

Nada se dijo sobre los campesinos y obreros culpados, pero fueron ellos principalmente quiénes padecieron los castigos «revolucionarios.» Marat quería guillotinar a 100.000 personas para asustar a los enemigos de la «revolución».

Louis de Sanit-Just prometió en nombre de la República eliminar a todos los adversarios. El Terrorismo de los Jacobinos (El terror de los Illuminati) cobró la vida de 300.000 personas, según Nesta Webster («La Revolución Mundial», Londres, 1921, pág. 47).

El historiador René Sedillot, en su libro «El Costo de la Revolución Francesa», calcula que la «revolución», a causa del terrorismo y la guerra civil, cobró 600.000 víctimas por lo menos. Charlotte Corday asesinó al poderoso y sanguinario francmasón Marat, el 13 de julio de 1793 .

Menos de uno de cada diez de aquellos guillotinados eran aristócratas. Esto fue enemigos del pueblo«.… Yo ya no sé a quién pertenece el Gran Oriente. Por consiguiente, creo que la«. El Illuminati no podía perdonar esto

En 1903, Lenín proclamó: «Éste fue simplemente el principio. Después de la «revolución» vinieron las guerras.

Los Jacobinos explicaban en sus inflamados discursos cómo «bendición para la nación. La peor cosa que nos podría pasar ahora es que no podamos conseguir una guerra

Después de eso, invadieron Bélgica, Holanda y partes de Alemania. Todas esas guerras cobraron más de dos millones de vidas. Todos, los 27 millones de habitantes de Francia fueron hechos padecer esta locura.

Con la ayuda de las tropas «revolucionarias» francesas, la República o Comunidad de Mainz, Alemania, fue proclamada el 18 de marzo de 1793.

El 18 de marzo tenían una importancia especial para los conspiradores Illuministas.

En el mismo día, en 1314, el Gran Maestro judío de los Caballeros Templarios, Jacques de Molay, fue quemado en la hoguera. Debido a esto, algunas de las acciones más importantes del Illuminati fueron planeadas justamente este día, como una forma de venganza por su ejecución.

Se organizaron revueltas para que irrumpieran el 18 de marzo de 1848 en varios países europeos. Un golpe fue organizado en París en este día (1871) después que el Illuminati proclamó la Comuna de París.

enemigos del pueblo» decapitados eran Un social demócrata ruso debe ser un Jacobinouna guerra sería una«. El 20 de abril de 1792, Francia declaró la guerra a Austria.

revelado justo antes del 200 aniversario de la revolución. Esta información está basada en los protocolos de los tribunales revolucionarios que incluyen los nombres de todos aquellos ejecutados. Nueve por ciento de los » nobles, 28 por ciento eran campesinos y el 30 por ciento eran obreros. El resto eran sirvientes. (Dagens Nyheter, 1 de julio de 1989) En otros términos, los asesinados eran personas bastante simples. Sólo en París, se ejecutaban 30 personas todos los días. Los verdugos Jacobinos normalmente preferían las víctimas rubias.