Era difícil resumir en un titular dónde está la verdadera noticia en la noticia publicada por El Mundo acerca de las silenciadas muertes por suicidio. En realidad, una de las estadísticas que acompañan este artículo, que enumera, por orden de incidencia, las diversas causas de «muerte externas» es demoledora porque demuestra:
1-Que en base a los números, la llamada «violencia de género» es irrelevante frente a otras causas, como los suicidios, accidentes de tráfico, ahogamientos y drogas.
2-Que la propia consideración de «violencia de género» o «violencia machista» es sólo una argucia estadística porque, como se ve en el gráfico, si lo contemplas desde otro estándar clasificatorio ni siquiera aparece. En este caso, quedaría subsumido dentro del genérico «agresione» u «homicidio», que se lleva la vida de 282 personas en un año, frente a las exiguas 60 anuales de la paranoia de la guerra de sexos que, con seguridad, vendrán desglosadas en diferentes causas dentro de esta estadística.
Con seguridad, se está produciendo el ansiado desplome de esta paranoia porque los periódicos también han comenzado a informar (con la boca pequeña, eso sí, y al final de estas noticias) de la nacionalidad del agresor que, como en el caso del reciente crimen en Lepe, en muchos casos es inmigrante, que fue un altercado entre rumanos.
De manera que, de conocerse que el 40% de los crímenes de la denominada «violencia machista» los cometen inmigrantes, la progresía española se deberá debatir ante una encrucijada maquiavélica: «cuantos más inmigrantes aceptemos, estaremos provocando el aumento de las muertes por violencia de género. ¿Qué queremos?»
Hombre y Mujer — 9 julio, 2018 at 7:04 am