Importantísima noticia publicada por las fuentes rusas de Sorcha Faal, que deja entrever que Trump sigue teniendo infiltrados dentro de sus servicios de inteligencia.
Gracias a esta información, nos enteramos de que los modernos dirigentes siguen teniendo «probadores de comida» como los tenían los antiguos reyes y emperadores para evitar que los envenenaran. En este caso, las amenazas de asesinar a Trump que se vierten a diario en la prensa norteamericana se han materializado en la persona del «probador» del presidente, que ha terminado envenenado en un hospital de Escocia, supuestamente, a consecuencia de los artículos de baño en la residencia de Trump durante su visita al Reino Unido. Minutos después de conocerse la muerte de este importantísimo agente de su protección, Trump ha exigido lealtad a sus servicios de inteligencia.
En la misma información en la que se detalla este asesinato, también se revela que hace unos meses la esposa de Trump, Melania, estuvo hospitalizada varias semanas durante la pasada primavera debido a una infencción en su hígado debida a una intoxicación/envenenamiento.
En venganza por este intento de asesinato, Rusia está vendiendo sus existencias de dólares a gran velocidad, para provocar la caída del Deep State. El millonario Warren Buffet ha puesto a buen recaudo parte de su fortuna, legándola a la Fundación de Bill Gates.
El artículo remite constantemente a las amenazas sufridas por John Fitzgerald Kennedy en los días previos a su asesinato; el mismo tipo de amenazas que está viviendo Donald Trump actualmente.