Auténtico documento éste que os presento sobre una comuna austríaca donde se practicaba el «amor libre» desde principios de los años 70 y que duró ¡30 años!, contado por sus propios protagonistas. El entrecomillado del «amor libre» no es casualidad sino que, como veréis a continuación, ese lugar era el menos libre y el más tiránico que se pueda uno imaginar, pues se les obligaba a:
1-Cambiar de pareja cada día.
2-Acostarse con cada una de las personas del sexo opuesto, miembros de la secta.
3-Hacer las necesidades fisiológicas en espacio público y sin intimidad.
Antes de que lo véais (no es conveniente que haya niños porque el contenido es fuerte), os insto a que recordéis lo que os conté de la secta de Osho y el resto de las que os he hablado y reparéis en cómo se repite una y otra vez el mismo esquema. Acostarse con el líder marcaba la jerarquía social de las hembras de la secta/manada, lo que prueba, de paso, que la propia dinámica instintiva y animal, produce una sociedad fuertemente jerarquizada en la que la cercanía al líder marca su estatus social; es decir, ¡todo lo contrario de lo que pretendían! Dado que el líder tenía derecho a desflorar a las niñas nacidas en la secta, este experimiento social confirma que el «derecho de pernada» en boga en la Edad Media sucede cada vez que se produce una secta, aún en el caso de ésta, de ideología marxista.
Aunque, para mí, lo más interesante es comprobar cómo, en cuanto la presión en contra de la pareja desaparece (con la caída del líder carismático), naturalmente el hombre y la mujer tienden a la monogamia. También muy interesante cómo la despersonalización a la que lleva la exaltación de este comportamiento puramente animal hace que pierdan su iniciativa propia (libertad) y se la entreguen al líder carismático, porque este comportamiento ¡es exactamente el mismo que en las manadas de muchas especies animales, como podéis comprobar al ver cualquier documental de naturaleza!
Así pues, el hippismo llevado al máximo extremo del «amor libre» constituyó una involución al estado animal. Ahora, que seguro que muchos os habéis enfadado conmigo al leer esto, visionad este extraordinario documental narrado por los propios que pertenecieron a la secta y que siguen orgullosos de ello.
Hombre y Mujer — 28 julio, 2018 at 5:06 am