El diario El País publica una pequeña crónica sobre la secta sexual radicada en Hollywood y desarticulada hace unos meses, a la que pertenecían personajes de la aristocracia estadounidense, como las hermanas Bronfman. Lo que no cuentan es porqué legaron decenas de millones al jefe de la secta, Raniere.
Las publicaciones de Q apuntan a que esta secta surtía de niños a las élites pedófilas.