Si leéis las diferentes crónicas de la prensa oficial nacional del crimen cometido en Granada dentro de una relación de pareja, encontraréis a faltar un dato que sí que comenta la prensa local. Por ejemplo, el ominoso periódico de Nacho Escolar señala que «la víctima, española, tampoco era del pueblo» ¡sin aclarar que el agresor es marroquí!
Es en la prensa local donde se cuenta la noticia con este dato fundamental, y os preguntaréis «¿por qué la prensa local sí lo cuenta?» Pues muy sencillo: al ser una noticia de carácter local, si censuraran ese dato, el público se daría cuenta porque la información corre de boca en boca, de manera que quedarían en evidencia.
Haced la prueba: comparad las informaciones de toda la prensa nacional y os daréis cuenta de que todos censuran que el agresor era marroquí, cargando en el haber del hombre español este crimen. Padecemos una pavorosa censura, que distorsiona la realidad.
