Es tal en encono y el miedo que la izquierda está demostrando a los restos mortales de un señor que murió hace 40 años que, hasta antifranquistas como a un servidor le están haciendo tomar simpatía por el General. Ahora resulta que su familia no va a poder enterrar su féretro en el espacio que compró en la cripta de la catedral de la Almudena. Por decreto-ley.
¿Por qué tanto miedo a un cadáver?