Dijo Fulford que el 2 de enero del 2019 comenzaría la esperada purga de la élite y no se equivocó. En el informe de Whatodesitmean publicado hace escasos minutos se revela que el servicio secreto (guardia presidencial) ha desarticulado, gracias a información rusa, un complot para asesinar a Trump organizado por una compañía de marines, pero lo mejor viene en el siguiente párrafo, que explica a la perfección estos últimos intentos de la cábala oscura por detener las ya 70.000 detenciones.
Un grupo hacker, vinculado a los militares patriotas conocidos como «Q Anon» y que se hace llamar Dark Overlord ha amenazado con publicar documentos secretos sobre el 11-S procedentes de la CIA, el FBI, la oficina de Transporte, la de aviación y el Departamento de Defensa, que aparecería con los nombre importantes tachados si se les paga una cierta cantidad de bitcoins. (Exigen al gobierno a que pague, lo cual es un precioso absurdo porque Trump estará encantado de que lo publiquen, pero siempre podrá decir «El gobierno no va a caer en el chantaje»). Este grupo se hizo famoso hace pocos meses por hackear la serie de Netflix «The New Black» antes de que fuera estrenada. Según sus propias palabras, esta desclasificación va a dejar pequeña, en cantidad y calidad, a la de Edward Snowden.
En la información de Sputnik News, se dice que los documentos están organizados en cinco niveles, desde el nivel más inocuo al más «peligroso» (para la élite) y que contiene documentos relacionados con la firma de Larry Silverstein (el propietario judío de las torres que las aseguró por «ataques terroristas» pocos días antes de los atentados), de la compañía aérea American Airlines y de la compañía de seguros Lloyds; de seguro, demostrando los datos que prueban la conspiración y de los cuales informamos hace ya más de diez años.
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Me parece clarísimo que el grupo «Q Anon» ha montado este precioso divertimento para envolver a la prensa oficial en la revelación de la verdad del 11-S.
Jaque Mate, señores satánicos.
