El difunto Hugo Chávez se levantó contra el imperialismo sionista a principios de este siglo XXI y por la defensa de las clases más pobres, que no vieron los resultados de la época dorada de la república petrolera.
Su falta de referente (y el cerril sabotaje de sus clases medias) hicieron realidad la «profecía autocumplida»: el país se echó en las manos de Cuba y acabó en un régimen comunista, con el consabido estrangulamiento de la economía que ha llevado el país al desastre.
Hoy, las condiciones geopolíticas mundiales han cambiado: el gobierno de Trump ha acabado con las guerras y está liberando las tecnologías suprimidas, por lo que ni a nivel internacional (ni, por supuesto, a nivel nacional), el gobierno de Maduro es ya necesario.
El pueblo venezolano luchó y se sacrificó por el bien de la Humanidad para derrotar a los globalistas-sionistas, pero hoy día esa lucha ya no existe.
El gobierno de Maduro es un desastre para Venezuela.
Con el corazón (y la mente) en la mano, debéis de dejar caer ese opresivo gobierno; Venezuela necesita reactivar su economía y volver a la prosperidad.