Como pronostiqué con el éxito de Vox en Andalucía, la mera aparición de un grupo de representantes que se atreven a cuestionar la mentira institucional sobre la que se basa esta paranoia colectiva está haciendo que se destruya.
Día tras día se suceden noticias sobre este tema, de signo opuesto, pero que evidencian la gran batalla que se está librando.
A poco que hayáis aprendido con los vídeos en los que os he explicado cómo se hacen las noticias, al leer este artículo de El Mundo que pretende refutar los argumentos que Vox ha tomado de la prensa alternativa en torno a la política de género, os daréis cuenta de que el periodista simplemente ha recibido un comunicado de prensa de una organización feminista (con ayuda del ministerio de justicia) para intentar parar la vía de agua que amenaza con tirar su buque al fondo del mar, y lo ha copiado. Lo curioso es que, al tratar de defenderse de las acusaciones (por ejemplo, que la mayor parte de las denuncias de este tipo son falsas o que los inmigrantes cometen una buena parte de esos crímenes) ¡están admitiendo que han censurado información relevante!
Dentro del sector judicial, se ve que hay dos posturas contrapuestas: por un lado, las subvenciones siguen llegando para adoctrinar a los niños en esta paranoia (está convocada una gran manifestación para el 18 de mayo), pero, por otro, el Tribunal Supremo ha comenzado a dictaminar penas de cárcel para las mujeres que denuncien en falso.
Esto va a provocar una segura bajada en las denuncias y, también, en las condenas de hombres, pues muchos se acogen actualmente a la llamada «pena por conformidad», que les rebaja la pena a cambio de declararse culpablea. A partir de ahora, sabiendo que pueden ganar, muchos hombres van a rechazar ese acuerdo, por lo que las cifras de condenados van a bajar.
