Atención que, mientras sucede esta huelga de frenopático, el comisario Villarejo ha elevado la apuesta en su lucha contra el Deep State español y denuncia que los explosivos del 11-M salieron de la Guardia Civil (en un ejercicio de simulación de atentados) y que los servicios secretos franceses ayudaron a los terroristas a evitar el seguimiento de la propia Guardia Civil.
Denuncia, también, que el coronel jefe responsable de la operación, Félix Hernando, fue ascendido a General para que no contara lo que sabía.
En este otro artículo de El Espanol, se describe cómo el gobierno Zapatero impidió a Villarejo seguir la pista de la cabina telefónica en Siria desde donde se instruyó a los terroristas, y vuelve a afirmar que fueron los servicios secretos franceses quienes lo impidieron.
Con todos estos datos, se confirma lo que dije desde incluso antes del atentado, que esto era una Operación Gladio.