Política actual — 26 marzo, 2019 at 8:52 am

El contraataque de Trump ha comenzado: investigación de la conspiración y banderas norteamericanas en las casas, exigiendo Justicia

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Banderas norteamericanas en los jardines y ventanas de las casas. Ese es el primer movimiento de los patriotas inspirados por Q Anon, que se va a hacer visible en las próximas semanas, demandando una profunda regeneración del país, tras la probada conspiración demócrata para impedir la victoria de Donald Trump.
Estamos ante un momento histórico que, entre otras muchas cosas, deslegitima a los medios de comunicación oficiales de todo el mundo que han seguido esta serie de «fake news» y los consiguientes partidos políticos.
Q publicó ayer la columna del John Solomon que recuerda que la percepción de que existió realmente una conspiración rusa para colocar a Trump influyó decisivamente en la votación de las recientes elecciones. Así pues, ya sólo por esta razón, estamos ante un hecho que exige una acción firme, como Trump ha prometido.
La también columnista de The Hill, Sarah Sanders, apunta en este vídeo recogido en twitter, que «el presidente fue acusado de ser un agente de una potencia extranjera. Esto es un acto de traición, que se castiga con la pena de muerte». Lo has leído bien, de este calibre son las cosas de las que estamos hablando.
Decía hace unos minutos, que el senador Lindsey Graham, jefe del comité judicial, ya ha anunciado un fiscal especial para investigar a los investigadores del FBI que persiguieron a Trump, y la obtención de un permiso por parte del Departamenteo de Justicia para espiarle.
En este extenso artículo de Fox News, se dice que los aliados de Trump esperan los resultados de sendas investigaciones internas para demostrar la conspiración de la falsa trama rusa. El inspector general Horowitz y el fiscal especial Huber dirigen ambas investigaciones, algunas de cuyas patas son:
-La filtración de noticias falsas a los medios de comunicación (que también serían culpables, obviamente), lo que incluye regalos por parte de los periodistas.
-La investigación sobre la Fundación Clinton (pay for play), y un supuesto acuerdo con el FBI para no ser investigada.
-El falso informe de la compañía ligada a los servicios de inteligencia británicos, GPS, que justificó el espionaje a Trump.
Por último, de momento, y como prueba de por donde van los tiros, Q publicó que el Departamento de Justicia ha extraditado desde Irlanda a un ciudadano norteamericano acusado de manejar pornografía infantil en la dark web…