Atención porque la última gran guerra provocada por los sionistas (al margen de Siria), la invasión de la Libia de Gadafi, está a punto de solucionarse, y estoy convendido de que ha venido por un acuerdo entre Putin y Trump. Hace pocos días, el general Jaffar, heredero de Gadafi, y que controla el 70% del país, anunciaba que iba a comenzar la reconquista de la capital, Trípoli.
Pues bien: hace pocas horas Estados Unidos ha anunciado que retira sus tropas de Libia, con lo que deja el camino expedito para los aliados de Putin, que sólo encontrarán la oposición de los partidarios de Al Qaeda, más el apoyo francés.
En la práctica, como ocurrió en Siria, Estados Unidos «deja hacer» a Rusia, que resolverá la cuestión en pocos meses.
