Gracias a la OPA (oferta pública de acciones) que la bolsa suiza ha lanzado sobre la bolsa española, nos enteramos de dos cosas:
1-Que el organismo encargado de supervisar la compraventa de acciones es privado.
2-Que está bajo el control de la familia judía mallorquina, los March.
Algo está pasando «allí arriba» cuando algo tan importante como la bolsa, cambia (aparentemente) de manos.