Bueno, pues con esta serie de «tuits» creo que podemos descodificar, por fin, la jugada de Trump con su polémico y extraño decreto-ley para proteger a los judíos, no como religión, sino como nacionalidad.
Este agudo comentarista recuerda que la Declaración de Balfour mediante la cual el gobierno británico otorgaba a los judíos derechos sobre Palestina, sobre la base de que sería «un país para los judíos», pero no «el país». En este matiz, encontramos la clave, pues al decir «un país», se entendía que, aún con la creación de su país «particular», los judíos seguían teniendo derecho a residir en el país que les plazca (CONSERVANDO SU LEALTAD PARA SU COMUNIDAD/PAÍS, ES DECIR, ISRAEL, o, en otras palabras, pudiendo traicionar al país en el que residan, trabajando mientras tanto por el bien de Israel).
De esa manera, Trump (siempre según la interpretación de este comentarista, que tiene bastante sentido), esto implica que los judíos deben respetar la soberanía del país en el que residan, y no trabajar para la disolución de sus sociedades, enfrentando y corrompiendo sus valores.
De esa manera, por una parte, Trump desmonta el concepto de «antisemitismo» (ya no será un concepto racial sino nacional) y de paso les obliga a elegir entre su adhesión a Israel o a Estados Unidos que, evidentemente, tiene mucho que ver con lo que va a suceder. De alguna manera, el equipo de Trump está preparando la justificación moral (y política) para la limpieza de sionistas que están preparando. Por eso, evidentemente, hay tanta publicidad en YouTube y la red en general a favor de los judíos: porque conocen lo que está por venir.
Como dije hace varios días: estamos ante una intervención paradójica.