Ayer, Q publicó una larga batería de mensajes, como queriendo delimitar el camino que se va a recorrer en los próximos meses y por dónde seguirá el «destape» de información comenzado por el informe Horowitz sobre las escuchas ilegales del FBI al equipo de Donald Trump.
Primero, dejó claro que tanto Horowitz como Durham (próximo informe en publicarse), como el fiscal General Barr están en comunicación con Q, y lo demostró con la hora de publicación del informe y las declaraciones de Durham, dejando claro que el suyo iba a llegar «más arriba» en las acusaciones: lo que ahora se conoce como «la banda de los ocho».
Uno de ellos va a ser, claramente, el líder demócrata Adam Schiff, que mintió al congreso y ya está siendo señalado por Devin Nunes. Ayer, pocos minutos después de la publicación de Q que podéis ver, el abogado de Trump y ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, revelaba un millonario pago del gobierno ucraniano al hijo de Joe Biden, a través de una empresa-puente en Lituania. El fiscal de ese país que lo contó sufrió dos intentos de asesinato, pero hay otro fiscal que se apresta a testificar lo que sabe, y muy posiblemente hablará ante el senado de los Estados Unidos.
Una nueva alusión a la prisión militar de Guantánamo deja bien claro que el plan sigue adelante, y que la investigación se extiende a los servicios de inteligencia de otros países, particularmente, los ingleses y australianos. Por la foto que estáis viendo, este último papel le va a corresponde al fiscal Huber, que parece que será el tercero en aparecer en esta opereta.
Asímismo, Q anticipó la vuelta a Estados Unidos de Edward Snowden para este mismo año.