Esto es lo que pasa cuando una mujer denuncia haber sido violada por una manada de hombres… y los hombres son israelitas. Resulta que, de repente, el feminismo del «yo sí te creo» deja de existir porque se convertiría en ¡antisemita! Todas las consignas de «creer a la mujer por encima de todo» se difuminan hasta desaparecer.
Por si quedaba alguna duda, entre el feminismo y el machismo semita, ganan los judíos.