Ni los propios demócratas se lo creen. La certera intervención de los abogados de Trump ha ridiculizado de tal manera los argumentos y testimonios aportados por los demócrata para avalar su teoría de que el presidente se habría excedido en sus atribuciones, que hasta la CNN ya aboga por dejar de hablar del tema.
En resumidas cuentas, las falacias del partido demócrata se resumen en:
-El líder demócrata Adam Schiff tergiversó la conversación telefónica entre Trump y el presidente ucraniano.
-En esa conversación el presidente no actuó de manera incorrecta ni a favor de sus intereses como futuro candidato.
-Tanto el presidente ucraniano como sus ayudantes no se sintieron presionados en ningún momento.
-Tampoco se les avisó de que se les cortaría la ayuda militar si no hicieran «algo» (relativo a Hunter Biden y Burisma).
Las escasísimas audiencias televisivas de los programas que recogen el impeachmen no dejan lugar a dudas: los norteamericanos no se creen una palabra.
Es por ello, que el Deep State ha lanzado otro «tema» con el que desviar la atención de su «patinazo»: el nuevo virus que viene de China, concretamente, de unos laboratorios propiedad de George Soros en la ciudad de Wuhan.
Más abajo, mi último vídeo explicando cómo ha sido creada esta nueva pandemia.