La sucesión de mensajes publicados ayer por Q es, quizás, la más importante y que más va a alegrar a los países aquejados por las dictaduras comandadas en la sombra por George Soros.
Todo comenzó a la significativa hora de 11:11, cuando se hizo eco de estas declaraciones del importantísimo abogado de la universidad de Harvard (y defensor en su día de Jeffrey Epstein), el también judío Alan Dershowitz: «Tengo pruebas de que Obama ordenó la investigación (a Trump) por orden de George Soros. En el artículo del que procede la información, el abogado anticipa que este hecho «se va a transformar en una denuncia«.
Unas horas después volvió sobre el tema, preguntándose (retóricamente) si Obama ordenó investigar a Trump, y enlazó con unas declaraciones de Trump a los pies de un avión en las que señala a la corrupción que dirigió el espionaje contra él, procedente de Australia, Reino Unido o Italia (¡y que tendría derecho a invadir esos países por ello!), para luego ratificar que fue ilegalmente espiado POR LA ADMINISTRACIÓN OBAMA. Si unimos ambas frases resaltadas en negrita, está claro que va a ir tanto a por Obama como a por George Soros. De hecho en el anterior mensaje decía: «¿Cuándo se llama George Soros (GS) para responder?». Termina la serie de importantísimos mensajes con «para ser franco», «el juego ha terminado».
Si yo fuera Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, empezaría a preocuparme seriamente.
PD: Después de lo visto, está claro que están jugando con las pruebas contra los envueltos en la trama pedófila de Epstein para que ayuden a derrocar al Estado Profundo, a cambio de inmunidad.
