Hay cosas que conviene recordar en estas funestas fechas para la Humanidad en las que las tierras más santas del Planeta ven cómo el Mal se apodera de ellas.
Allá por finales del siglo XIX, el periodista judeo austriaco Theodor Herzl presenta a la familia de banqueros judíos Rothschild un plan para crear un estado judío en Palestina. Unos años antes, se publica en toda Europa un polémico libro basado en una supuesta reunión de rabinos judíos en el que se delimitan los planes para conseguir ese estado. Tres guerras harán falta para conseguir ese objetivo y tener el mundo en sus manos. El libro pasa por ser el más discutido de la Historia, pues sería destruido y recuperado hasta que, supuestamente, inspiraría a los nazis en su «antijudaísmo». Es mejor que lo leas por ti mismo y opines, se llama «Los protocolos de los sabios de Sión». Tanto sus detractores como sus defensores coinciden en que el libro es tan antiguo como 1895.
http://www.animalweb.cl/n_o_imperial/zionismo/protocolos_de_los_sabios_de_zion.htm
Sean o no ciertos los famosos Protocolos, lo cierto es que se cumplieron a la perfección. La Primera y la Segunda Guerra Mundiales acabaron de similar forma. La Primera, con el establecimiento de los primeros asentamientos judíos en el Protectorado (por aquel entonces) inglés de Palestina. La Segunda, con el establecimiento del estado judío de Israel en Palestina y la salida de Inglaterra, mediante una bomba en el cuartel inglés, colocada por el grupo terrorista Irgún, a cuya cabeza estaba el futuro presidente israelí, David Ben Gurión.
El Primer acuerdo llegó mediante la Declaración de Balfour, un pacto entre Lord Rothschild y el gobierno inglés por el que éste gobierno se declaraba favorable a esos asentamientos. El judío Benjamin Friedman, presente en la Conferencia de Versalles, aclaró que ese acuerdo fue el pago a un pacto a tres bandas entre los lobbys judíos de Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, por el que los judíos ingleses se comprometieron a que Estados Unidos entrara en la Primera Guerra Mundial en el bando de los aliados. Todo ello se produjo gracias a los periódicos americanos en manos de judíos que pintaron a los alemanes como «ogros» como más tarde harían con Hitler. La traición de los judíos alemanes a su patria de adopción fue el origen del odio que llevó a Hitler al poder.
http://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_Balfour
Hoy sabemos que la campaña de Hitler fue financiada por banqueros como Prescott Bush (abuelo del ya ex presidente USA) y judíos como Warburg y Schiff. También sabemos que la «formación» en oratoria y técnicas de comunicación del oscuro agente de espionaje austriaco se llevó a cabo en Inglaterra, concretamente, en el Instituto Tavistock de Relaciones Sociales. En otras palabras, que Adolf Hitler fue el «Sadam Hussein» de la época, un títere que fue aupado y utilizado para una obra mucho mayor: la consecución del estado de Israel.
Las dudas sobre la realidad de que el régimen alemán mató a millones de judíos a sangre fría hoy son tantas, que han dado lugar a una nueva rama de la Historia, llamada «revisionismo», que ha llevado a la cárcel o ha hecho asesinar a sus valientes defensores. En el siguiente powerpoint, algunas de las cosas que no «casan» en la historia oficial. el_holocuento_para_tontitos
De lo que no queda ninguna duda es que las dos Guerras Mundiales tuvieron unos claros vencedores, los rabinos y banqueros que deseaban aposentarse en Jerusalén para prepara la venida de su «Mesías», el Anticristo de la Humanidad.
La manera de evitar cualquier tipo de debate sobre los Planes de los satánicos-sionistas será el «antisemitismo» y el miedo al mismo Hitler que Ellos habían aupado al Poder. Ingenioso, ¿verdad?
Dos excepcionales documentos de Adrian Salbucchi sobre el omnipresente antisemitismo.
acerca-del-antisemitismo-informe
acerca-del-antisemitismo-anexos-i-ii-iii
PD: La Tercera Guerra Mundial debía enfrentar a los musulmanes con los cristianos. Curioso que se enfrenten dos religiones que adoran al mismo personaje (Jesús de Nazareth) mientras que la única religión en el mundo que le odia, es decir, el judaísmo (ver citas del Talmud), se alíe con los cristianos en contra de los musulmanes.
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