La guerra, de momento de bajo nivel, entre China y Estados Unidos, se sigue desarrollando. Si hace unos días, el coronavirus afectó a la tripulación del portaaviones Theodor Roosevelt, ayer explotó un buque de guerra chino, después de que el gobierno norteamericano exigiera deshacerse de toda la tecnología china de telecomunicaciones (Antenas 5G de Huawei)..
Al parecer, los marinos norteamericanos afectados presentan síntomas similares a la falta de oxígeno asociada al «mal de altura» y no la ayuda de oxígeno sólo empeoró su estado. Esto está haciendo que los doctores norteamericanos empiecen a modificar su diagnóstico sobre el propio Covid-19.
Las autoridades médico militares norteamericanas están analizando las investigaciones de la maléfica doctora china Zengli Shi del laboratorio chino en torno al floruro sódico en sangre, que daña las células del bazo, responsables del sistema inmunitario, encontrando que las ciudades norteamericanas donde más está afectando el virus son aquellas que se consume agua fluorada, en contraposición con el entorno rural de aquel país.