Estos son días en los que los correos electrónicos dejan de llegar a sus destinatarios, los programas informáticos dejan de funcionar y los ordenadores comienzan a hacer cosas raras. cuando eso os ocurra, tened en cuenta que estamos dentro de una batalla. Ni más ni menos, y el ordenador, un computador que intercambie verdades, es un elemento
Emilio Botín, el hombre más rico de España, está preocupado por la crisis hipotecaria norteamericana, que ya ha contaminado a Inglaterra, dónde el presidente del Banco de Santander tiene un «banquito» (entre otros negocios). Ayer leía en el diario El Mundo (o en El País, no recuerdo bien) unas declaraciones en las que este sujeto aseguraba que la «estabilidad del sistema está garantizada», pero, pese a ello, han realizado pruebas para los «peores escenarios posibles»; una inflación desorbitada, un paro galopante, una morosidad tremenda… demostrando que tienen «liquidez suficiente». Es decir, que están preparados para el desastre. ¿Por qué hacen todo esto?
Primeramente, el quinto banco hipotecario inglés ha quebrado, y otras instituciones financieras europeas están en las cuerdas. Empresas de la construcción están comenzando a perder su valor en picado, como Sacyr (45%), el fantasma de un crack como el del 29 se aviva… Y a todo esto, el Banco de España ha vendido en los últimos meses la mitad de las reservas del valor que todos los expertos aseguran es el más seguro (el oro). Todavía más; cómo estarán de preocupados los Iluminati, que Sarkozy mete un varapalo al gobernador del Banco central europeo por no bajar los tipos de interés.
Las personas que vienen por este sitio a menudo se estarán preparando para lo que está por venir, pero si hacen falta más datos, los rusos los ponen encima de la mesa, afirmando que «El 11-S bien pudo haber sido un trabajo interno de los servicios secretos norteamericanos.»
En Estados Unidos, las huestes capitaneadas por Alex Jones ya se han hecho con la calle gritando la verdad desnuda, apartando los homenajes a las víctimas realizados por los que perpetraron, precisamente, esa masacre.
Para quien no sepa inglés, contadle que están gritando «El 11-S fue un trabajo interno», «asesinos» y, cuando coge el micrófono, Alex recuerda a los bomberos y policías que muchos compañeros suyos han muerto porque reabrieron la «zona 0» cuando las partículas procedentes de la demolición podían (como hicieron) afectar al sistema respiratorio y provocar la muerte.
También tenemos a Alex Jones en la presentación de su último vídeo «End Game». Aunque no entendáis una palabra, tenéis que verlo. Está diciendo que ya somos mayoría y es el momento de meter a estos asesinos donde se merecen. Hemos triunfado.
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Alex Jones Nueva York
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