Aunque el fiscal general Barr está sospechosamente callado, de momento se ha puesto a investigar el fraude electoral en Nevada, después de que el equipo legal de los republicanos identificara miles de votantes no empadronados. También ha ordenado el envío de agentes armados del Departamento de Justicia a los lugares donde todavía se contabilizan los votos.
Por su parte, el Juez del Tribunal Supremo, Alito, ha ordenado que los votos que llegaron después del cierre de las urnas en Pensilvania sean contados aparte y verificados, con lo que es altamente probable que se identifique el fraude.
Por su parte, el fiscal general de Utah apoyará las investigaciones por el fraude electoral en otros estados.
En Georgia, se van a recontar 5 millones de votos, ante las evidencias de fraude.
Los administradores de correos denuncian manipulación de los votos emitidos por correo.
El FBI investiga a una empresa que llamó a 3 millones de personas exhortándolas a no votar en persona sino por correo (empujando en el sentido del fraude electoral).
La ley electoral de Pensilvania dice explícitamente que no se pueden aceptar votos cuando hayan cerrado los colegios, a las 20 horas. Días antes de las elecciones los jueces de este estado trataron de cambiarla, pero no están capacitados para ello, porque es un asunto legislativo, por lo que el Tribunal Supremo dará la razón a Donald Trump y el estado será para él. Eso es lo que cuenta este hilo de Twitter.
*Bombshell* The Supreme Court may award Pennsylvania (PA) to @realDonaldTrump, making him President. PA Election Law Act 77 is explicit that postal votes are only valid if received before 8.00 PM on the day of the election. Trump was well ahead. H/T Dr Steve Turley @DrTurleyTalks
— David Atherton (@DaveAtherton20) November 7, 2020
Un supervisor del conteo (no un fiscal, como dice el título), del partido demócrata, en Filadelfia (capital de Pensilvania) denuncia el fraude electoral que está sucediendo delante de sus ojos.