En base a los datos que iba publicando durante la noche electoral The New York Times, se descubre que el traspaso de votos de Trump a Biden se produjo a través de «el tercer candidato». Como nadie se fija en sus resultados, los votos se movían por miles desde la casilla de Trump y Biden y luego, desde allí, se enviaban al candidato democráta.
El proceso viene a ser como en el lavado de dinero de los paraísos fiscales, actuando el «tercer candidato» como la «empresa intermedia en el paraíso fiscal». Han comprobado cientos de miles de votos robados en Nueva York, Pennsylvania, Georgia y Tejas, bajo este patrón.
Los «pantallazos» de la noticia también sugieren que estos datos, en realidad, han provenido de los servidores incautados en Alemania.
