De acuerdo a las fuentes que informan a la web de filtraciones militares Real Raw News, los militares Sombreros Blancos habrían abortado hace apenas unos días un intento de poner en marcha la esperada Operación Blue Beam para confundir a los norteamericanos con una falsa visión espiritual con Jesucristo, coincidiendo con el día de Navidad.
Dando por descontado que mis lectores conocéis el objetivo de este Proyecto Ultrasecreto (del cual llevo advirtiendo veinte años), os cuento que los militares patriotas comandados por el General Smith llevaban investigando tanto chivatazos como conversaciones interceptadas de líderes del partido demócrata en torno a esta operación secreta desde el pasado mes de junio, que hacían pensar en la inminencia de su puesta en marcha, con resultados negativos en todos ellos.
Sin embargo, el pasado 21 de noviembre el General Smith recibió unas fotografías satelitales y en tierra de un anónimo en las que se veían personal vestidos con uniforme de camuflaje patrullando el perímetro de una instalación situada en Twain Harte, California, que protegía una edificación cóncava con unas puertas en las que cabía una pequeña aeronave, pero sin pista de despegue y aterrizaje, salvo un cuadrado de cemento de 45 metros cada lado.
El pasado 23 de noviembre un equipo de Fuerzas Especiales desembarcó en la localidad de Sacramento y se dirigió hacia el lugar, encontrando que las fuerzas que lo protegían eran tanto empleados del DARPA como «mercenarios» contratados por la CIA, que suelen ser ex soldados de las fuerzas especiales (Rangers, Navy Seals, Delta Force, etc) que se han pasado al sector privado. Ello colocó a los soldados en un dilema moral porque, al fin y al cabo, eran ex compañeros suyos a los que debían tirotear.
Tras comunicar la situación al General Smith, su respuesta fue clara: determinar la posición del enemigo, abatirlo e infiltrarse en las instalaciones. «Los hombres que han servido en las fuerzas especiales no son tontos. Saben perfectamente lo que ocurrió en Bengazi y qué es el Deep State y se han puesto a su servicio», les dijo para vencer sus problemas morales.
Acto seguido, se produjo un cruento tiroteo, que se saldó con las muertes de 4 soldados de las fuerzas especiales*, 9 mercenarios del DARPA y 6 ingenieros aeroespaciales del DARPA, el último de los cuales estaba afinando los emisores holográficos en el hangar de gran tamaño, que albergaba cinco aviones espaciales XS-1 de DARPA readaptados para el vuelo atmosférico y equipados con proyectores del tamaño de un horno y amplificadores direccionales que pueden emitir 2.500 decibelios -se dice que superan cualquier umbral de intensidad; por ejemplo, el lanzamiento de un cohete tiene aproximadamente 180 decibelios- de audio ensordecedor.
Un ingeniero que sobrevivió al tiroteo confesó a las Fuerzas Especiales que los aviones tenían programado ejecutar la Operación o en Nochebuena o en Navidad y, bajo amenazas de muerte, mostró la tecnología holográfica, proyectando la figura de Jesucristo en un muro. El avión había sido equipado con propulsores de despegue y aterrizaje vertical, como los del avión Harrier.
Los soldados dinamitaron las instalaciones por completo y se llevaron detenido al ingeniero.
«Estos jets habrían surcado los cielos como el trineo de Papá Noel.No importa si alguien se lo hubiera creído. Lo que importa es que lo planearon. Hemos oído que hay más tecnología como ésta por ahí, y la encontraremos», dijo la fuente que informa a Real Raw News como colofón.