Las elecciones madrileñas se acercan al punto en el que el ataque de bandera falsa propiciado por las «cartas con bala» ha de ser ejecutado, con la aparición de los supuestos autores (a los que se asociaría con Vox), pero con la versión conspirológica muy reforzada a consecuencia de las evidencias presentadas de que no fue «un fallo de Correos» sino una acción coordinada y planificada, en la que han buscado como «chivo expiatorio» a un trabajador de seguridad.
En los últimos días siguen apareciendo personas a las que les dan como «votantes por correo» cuando la realidad es que han ido a las oficinas a enviar un simple paquete. A ello se añade que no se está pidiendo el documento de identidad, cosa que ha corroborado un notario en Extremadura, que ya ha puesto la correspondiente denuncia.
En definitiva: que el seguro fraude va a ser observado por millones de personas, que ya se han dado cuenta de la conspiración.
