Tras una gran polémica en torno a si Wray (colocado por Trump al frente del FBI, no lo olvidemos) era un traidor o un agente doble, Real Raw News informa de su detención el pasado lunes, en una remota finca de Georgia, a dónde había huido, junto con un puñado de agentes del FBI fieles.
Como se recordará, a mediados de noviembre los militares fueron a detener a Wray a su casa de Washington DC pero misteriosamente se desvaneció, y hasta hoy no se sabe cómo, pues no se encontraron túneles en la casa.
Sin embargo, el pasado domingo 5 de enero los marines del cybercomando interceptaron una conversación telefónica entre el segundo del FBI (Paul Abatte) y el diputado demócrata Jack Reed en la que el segundo le preguntaba al subdirector del FBI por el paradero de su jefe: «¿ha escapado del país?», a lo que Abatte le contestó con una reprimenda por ponerle en peligro (sabiendo que la conversación estaba siendo grabada). Y sí, la conversación estaba siendo grabada, y dio suficiente tiempo para localizar a Abatte, que hablaba desde su casa en Georgia.
Entendiendo que el vicedirector conocía el paradero de Wray, los militares enviaron un pelotón a la localidad donde estaba Abatte, y le colocaron un dispositivo GPS bajo el vehículo, pudiendo identificar un viaje hacia una remota granja, donde estuvo 90 minutos. Cuando volvió a su casa, le interrogaron y acabó confesando que Wray se había atrincherado con un puñado de fieles en una finca de 5 acres de extensión. Los militares tuvieron un fuerte enfrentamiento con los agentes del FBI, con el resultado de 17 muertos, hasta que consiguieron entrar en la casa y detener al todavía director del FBI, que fue llevado inmediatamente a la prisión de Guantánamo, al igual que su segundo, donde esperan un juicio militar.