Política actual — 25 febrero, 2025 at 12:55 pm

Los Sombreros Rojos aniquilan a los científicos de un laboratorio de los CDC en Tiblisi, que planeaban una epidemia de gripe aviar

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Desarrollando la sorprendente noticia que anticipó por Twitter/X, Real Raw News publicó ayer la crónica de una acción de los paramilitares conocidos como «Sombreros Rojos» en unas instalaciones de los CDC norteamericanos en el país europeo de Georgia, concretamente en su capital, Tiblisi.
Como recogió su exclusiva (algo desconocido hasta la fecha), esta agencia norteamericana que supuestamente protege de la aparición de nuevas enfermedades, en realidad tiene instalaciones en los cinco continentes que se ocupan de propagar estas paranoias.
Recientemente había llegado a los oídos del misterioso Coronel Kurtz (pseudónimo del jefe de estos comandos), que los CDC de Georgia estaban a punto de propagar falsas noticias sobre un eventual brote de gripe aviar que sería posteriormente «curado» con su correspondiente vacuna ARNm, y que tendría devastadoras consecuencias para la industria de los huevos y los pollos de granja. Unos alimentos que, por cierto, han subido de precio tremendamente en Estados Unidos debido a los sabotajes en los últimos meses del gobierno de Biden.
Según estas informaciones, los mandatarios de la OMS están enfurecidos contra Trump por las medidas tomadas en materia sanitaria, y han prometido torpedear su mandato generando (falsas) alarmas sanitarias, como una eventual gripe aviar; y para eso cuentan con los CDC, que trabajan codo con codo con la OMS.
Las miradas acusatorias se centraron en dos científicos, uno judío ortodoxo y otro musulmán, que llevan trabajando juntos para los CDC desde 2007 en Atlanta, Dallas, Miami y posteriormente, Tiblisi.
La decisión de «darlos de baja» se tomó cuando el coronel Kurtz obtuvo un documento firmado en el que pronosticaban un brote de gripe aviar en Estados Unidos para 2026 que acabaría con la vida de 3 millones de norteamericanos durante este segundo mandato de Trump.
La misión fue encargada a un equipo compuesto por 8 hombres, ex militares y policías, que debían infiltrarse en las instalaciones de los CDC en Tiblisi y acabar con el microbiólogo Adam Buchsenbaum y el virólogo Adil Mohammed Aziz. La crónica relata que los paramilitares viajaron en un vuelo comercial, y fueron capaces de introducir sus armas: la explicación que se da es que el coronel tiene sus «contactos»*.
El pasado sábado entre las 9 y las 11 horas el equipo realizó una vigilancia de las instalaciones, observando que había 9 trabajadores dentro, incluidos los dos objetivos señalados. En un momento dado, tomaron por asalto las instalaciones, matando a tiros al guardia de seguridad que lo protegía y a todas las personas que se encontraban, hasta que llegaron a la mesa en la que trabajaba el judío ortodoxo que se meó encima (literalmente) y dijo «por favor, no, se lo puedo explicar…» antes de que uno de los paramilitares le cortara el cuello.
Su compañero musulmán estaba cantando «Alá es grande» cuando una ráfaga de tiros le atravesaron la cabeza y el pecho.
Por lo que cuenta la crónica, no hubo bajas entre los paramilitares que se encuentran en Tibilis esperando ser transportados de regreso a Estados Unidos.
*Como he comentado en otras ocasiones, no me creo que estos paramilitares vayan «por libre» sino que trabajan para los Sombreros Blancos.