La noticia de Real Raw News de la detención del ex comandante de la Guardia Costera, el transexual Linda Fagan, merece la pena, no tanto por la importancia del sujeto, sino por las alegaciones que han llevado a su condena a muerte el lunes por la mañana, acusado de sedición y motín, por haber llamado a la sublevación contra Trump y promocionar a personal LGTB y discriminar a las personas sin etiquetas (los normales, vaya).
La crónica explica que en los días que estuvo en la prisión de Guantánamo el condenado se estuvo quejando de todo: de la comida, la celda, los carceleros que le trataban como un hombre, la falta de «productos de higiene femeninos» y de un abogado LGTB que le defendiera.
Durante las dos primeras horas del juicio, seis oficiales de la Guardia Costera (cuatro hombres y dos mujeres) que trabajaron bajo las órdenes de Fagan entre 2022 y 2024 describieron las humillaciones y amenazas que sufrieron si no satisfacían sus fantasías sexuales. Entre ellas: realizar tríos, que los guardas masculinos se sodomizaran entre ellos y hasta que experimentaran con la zoofilia: un oficial afirma que Fagan le coaccionó para que fuera a su casa y sobara los genitales de su perro. Cuando se negó, le dijo que le iba a arruinar su carrera.
Una mujer que fue su chófer durante un tiempo contó que Fagan le rogó que se transexualizara: «cada vez que me veía me gritaba que tenía que tomar testosterona y quitarme pecho. Tan sólo dejó de acosarme cuando le dije que mi religión no me lo permitía».
Por último, un oficial masculino contó que permitió que Fagan le fotografiara los genitales porque le amenazó con inventarse que había cometido un delito, si no accedía a su perversión.
La fiscal militar Stephens corroboró todas estas afirmaciones con fotografías recabadas de los teléfonos y tablets del pervertido, donde además se encontraron documentos firmados por Fagan en los que animaba a los guardas a votar por Kamala Harris porque apoyaba al movimiento LGTB y, de ganar, la mitad de los guardas serían bisexuales».
Las pruebas presentadas fueron tan contundentes que el jurado no dudó en condenarle a muerte, cosa que sucederá el próximo 5 de mayo
