Importantísima noticia, vital para entender los entresijos del momento que estamos viviendo y, sobre todo, ante la cercanía de un quiebre del sistema del petrodólar, que podría detonarse con la expulsión de Rusia del SWIFT.
La web Real Raw News nos cuenta que las fuerzas especiales norteamericanas se han hecho con el control de los cuatros depósitos donde se guardan las «reservas estratégicas de petróleo», tras recibir un chivatazo de que Biden le había regalado a Macron (Francia), el 5% de esas reservas, es decir, 35 millones de barriles.
Oficialmente, el pasado mes de noviembre Biden había utilizado 50.000 millones de esos barriles para controlar la subida de los precios de la gasolina, que no sucedió, porque el precio del galón de gas ascendió 46 céntimos, hasta precios que no se veían desde la crisis del petróleo de 1973.
En enero, mientras se extendía la paranoia de la cepa Omicron, el ejército norteamericano recibió el chivatazo de que Biden había escuchado las lamentaciones del presidente francés Macron, explicándole que los confinamientos y cierres aplicados durante la Plandemia habían hecho mella en el tejido empresarial galo, de resultas de lo cual, la compañía petrolífera francesa Total había tenido que cerrar durante unos meses. Eso hizo que tuviera que pedir decenas de barriles de petróleo a Alemania, España y Canadá.
El informador dentro del gobierno Biden contó a los militares que éste «prestó» a Macron 35 millones de barriles de petróleo, cosa que sorprendió tanto a los militares que en un momento no le creyeron, sobre todo cuando les contó que la empresa Total no estaba operativa durante largos meses.
Sin embargo, la investigación continuó, confirmándose que la empresa Total ha cerrado cinco refinerías desde que comenzó la Plandemia. Bajo la excusa del «cambio a las energías renovables», Macron ha dilapidado las reservas petrolíferas del país durante la plandemia, consistentes en 78 millones de barriles.
La fuente que informa a Real Raw News dice: «todavía no puedo decir cómo, pero sí puedo asegurar que Biden ha cometido un acto de traición al enviar 35 millones de barriles a Francia, quizás más, unas reservas que se guardan por si hay una guerra. Biden no ha inyectado ese petróleo en la economía norteamericana sino en un país ajeno. Y para evitar que pudiera repetirlo, hemos tomado el control de esas reservas».
Seguidamente, la crónica de Real Raw News detalla cómo el sábado de la semana pasada (19) las fuerzas especiales norteamericanas rodearon los silos de la reserva petrolífera estratégica: dos minas de sal en Big Hill, Texas, y otros dos en West Hackberry y Bayou Choctaw, Louisiana. Allí se encontraron con que agentes del FEMA custodiaban las instalaciones. En West Hackberry los agentes no respondieron a las órdenes de los militares, lo que desembocó en un tiroteo que acabó con las vidas de los tres agentes del FEMA. En Bayou Choctaw, se rindieron sin disparar. En Bryan Mound, los cinco agentes del FEMA se negaron a entregar las instalaciones, por lo que fueron eliminados, hiriendo de poca gravedad a un soldado en la refriega.
Al hacer cuentas de los barriles existentes en los silos, los soldados encontraron discrepancias con las cifras ofrecidas por el confidente: de los 714 millones que debería haber, sólo había 565.000, lo que indica que Biden ha debido «regalar» más de lo que se dijo. El mando militar ha iniciado ya investigaciones para conocer quién dio la orden y quién recibió este petróleo.
